Una pareja saludable sabe que existen ciertas cosas que pueden –y deben– compartir gracias a la confianza.

11 cosas que todas las parejas estables hacen
11 cosas que todas las parejas estables hacen | Fuente: Boris Jovanovic | Fotógrafo: Boris Jovanovic

Compartir la ducha. Cuando la relación avance, eventualmente comenzarán a tomar duchas juntos. Froten la espalda del otro y,  si les resulta agradable, laven y acondicionen su cabello. Todo lo demás es opcional, pero si eres una chica valiente puedes incluir un masaje de pies para tu chico con un rico exfoliante.

Hacen maratones de programas de televisión. Cuando uno se enamora de algún programa de televisión, hace que su pareja lo vea también. Antes de que se den cuenta, habrán visto juntos las cinco temporadas de The Walking Dead.

Ven el mismo programa de televisión mientras están en lugares diferentes. No importa si uno esta de viaje y el otro está en casa, pueden ver el mismo programa de televisión y al mismo tiempo, incluso, se enviarán mensajes de texto entre sí o podrían llamarse sólo para asegurarse de que sí están  viendo juntos el programa.

Tener ciertas posiciones y ocupar determinados lados de la cama. ¿Qué pareja no tiene designado un lado de la cama? Las personas que se aman comprenden la necesidad de tener un sueño de calidad. Él puede dormir del lado derecho, cercano a la alarma y tú del lado izquierdo, acurrucada con una almohada, pero por la mañana, normalmente él amanece a punto de caer porque seguramente tú estás ocupando una mayor parte de la cama.

Usan el baño juntos. Esto sucede cuando uno de los dos se está bañando y el otro tiene que entrar a hacer sus necesidades o lavarse los dientes. Existen un montón de parejas a las que simplemente no les importa y se miran el uno al otro mientras tanto.

Aunque prefieras ir al baño mientras el otro está en la ducha, sin mirar, en todos los casos es un espacio en el que pueden hablar. Por supuesto que ir al baño para hacer “del dos” enfrente del otro es un gran NO.

Acurrucarse. Cuando duermen acurrucados, siempre hay un momento en la noche en que él retira a escondidas su brazo, o los dos se despiertan al mismo tiempo y se muevan hacia otro lado por igual. Aún así, aunque no estén acurrucados, una de sus piernas, o las dos, se mantienen en contacto. Esto demuestra que él te ama, y que le encanta acurrucarse contigo, pero simplemente es imposible mantenerse así toda la noche.

Juntos eligen a dónde ir y qué comer. Cuando tu chico te pregunte a dónde ir y qué es lo que quieres comer, debes dejar de decir ” no importa” o (si el ya te dio algunas opciones) “cualquier cosa está bien”. Él sabe que es mentira, y el 70% de las veces sabe lo que vas a decidir, pero ‘por si acaso’ se te antoja otra cosa, él no tomará la decisión final. 

Se hacen reír mutuamente. Hacer reír a la persona que amas es muy importante. Comprender su sentido del humor, la manera de animarse en un día difícil… no hay nada más tierno que eso, ¿verdad? No importa lo que esté pasando, van a necesitar hacerse reír para saber que todo va a estar bien.

Se cambian de ropa enfrente del otro. No importa si viven juntos o no, siempre habrá un momento en el que pueden cambiarse de ropa enfrente del otro. Ayudar a buscar los calcetines, subir el cierre, acomodar el cuello de la camisa, arreglar algo… es muy útil que alguien te ayude, especialmente cuando no estás segura de si te ves bien o no.

Escogen temas de qué hablar durante una cita. Pero una vez que llegan al restaurante en donde cenarán, ¿de qué tema van a hablar? Para todas las parejas es diferente. Sin embargo, es bueno tener diversos temas para platicar, desde nuevos espectáculos para ver, qué ha pasado en el trabajo, sus amigos, problemas familiares o dónde les gustaría pasar sus vacaciones. En sí, no importa el tema, lo esencial es que pasen una buena noche compartiendo sus puntos de vista.

Conversan antes de dormir. Tengan esas conversaciones íntimas que se comparten al final de un largo y cansado día, al acostarse juntos. Pregunten al otro cómo le fue en su día, cómo se siente, y después, quédense dormidos en los brazos del otro.