Lo terrible de tener una "casi relación" es que no hay un compromiso de por medio, por lo que los finales suelen ser repentinos y sin explicaciones.

4 motivos por las que NO puedes superar tu “casi relación”
4 motivos por las que NO puedes superar tu “casi relación”

No hay un cierre. Los seres humanos siempre buscamos un cierre o llegar a un tipo de término. Necesitamos poner fin a una relación para poder seguir adelante. Cuando esto no se consigue, nos quedamos con más preguntas que respuestas

En una “casi relación” es difícil crear un cierre porque se trata, más bien, de captar las señales. Puede parecer ridículo al principio, pero a veces es la única cosa que podemos hacer.

Aunque no se dieron las cosas, tenías expectativas. Todo lo no dicho, todas las veces que era lindo aún estando con sus amigos, pero que luego nada sucedió, es lo que te hace sentir lastimada, porque no puedes admitir que nunca llegaste a salir formalmente con él y tienes la necesidad de llamarle exnovio o exalgo.

A ninguno nos gusta pensar que tenemos que curarnos las heridas cuando hemos apostado todo en una relación. Pero recuerda que es muy probable que él jamás te pidiera tu corazón: tú decidiste dárselo libremente.

Creaste tu propia versión de la historia. Lo que hiciste, lo que él no hizo, lo que podría haber hecho, lo que está mal contigo, lo que estaba bien contigo. Casi nunca se consiguen respuestas, siempre especulamos sobre lo que pudo haber pasado. Y como somos nuestros peores críticos, terminamos pensando que todo era nuestra culpa.

Eres responsable de tus propias acciones y de las de nadie más. Racionalizar lo que hiciste junto a alguien es un esfuerzo inútil. Después de todo, él no estará más en tu vida.

Es difícil reconciliarte con lo que podría haber sido. Somos optimistas. Nos gusta creer en el amor y en el felices por siempre; también nos gusta creer en alguien que está ahí afuera esperándonos. Por eso nos aferramos a todos los futuros que nos creamos en la cabeza, y cuando ocurre que todo llegó al final, no somos tan valientes para admitirlo.

Tal vez lo que queríamos era tener una conversación con la otra persona antes de que todo terminara, pero, a menos de que se pida lo que uno realmente desea, no se puede culpar a nadie más cuando no te está dando todo.

Si estamos en una constante pelea en la “casi-relación”, todos los días se convierten en una casi-historia en la cual pudimos aprender a ser más valientes para decir lo que queremos en una nueva relación.