¿Por qué fracasas cada vez que quieres tener una relación con alguien que te gusta? Te damos algunos consejos para que evalúes la situación.

¿Por qué fracasas cada vez que quieres tener una relación con alguien que te gusta?
¿Por qué fracasas cada vez que quieres tener una relación con alguien que te gusta?

Han pasado algunas semanas o meses saliendo, todo parece ir bien, te quedas a dormir en su casa, él duerme en la tuya, salen a comer o al cine, se acompañan a eventos familiares y reuniones de amigos. Tú círculo social ya lo conoce y tú ya conoces a las personas cercanas a él. Ya han tenido sexo y todo parece indicar que están en una relación. Pero de pronto algo cambia, las llamadas dejan de ser constantes, las salidas empiezan a desminuir, ya no te escribe y pueden pasar días son que sepas de él y, de pronto, simplemente se aleja y todo termina. Lo peor es que no tienes ninguna explicación porque nunca dejaron en claro que las salidas puedan llegar a ser una relación formal y, una vez más, las cosas fracasaron.

¿Qué pasó? ¿Por qué no funcionó si todo estaba yendo bien? ¿Qué cambió y, por qué no te diste cuenta a tiempo? Te mostramos algunos indicios que podrían parecer contradictorios, pero te ayudarán a identificar cuál podría ser tu caso y actuar al respecto.

Expectativas distintas. Por lo general en las primera salidas no puedes terminar de conocer a una persona ni sus expectativas a futuro. Por eso toma un tiempo saber si la persona con la que sales tiene las mismas metas y si son compatibles a futuro. Tal vez esa persona que piensas será tu futura pareja, no quiere, busca o está lista para comenzar una historia juntos. Así que, simplemente, cuando las cosas comienzan a ser más serias, se aleja.

Prioridades. Si estás en los 20 o a punto de cumplirlos, tu prioridad no debería ser el amor (aunque seguramente lo es). Tal vez la persona con la que salías sí comprendió que primero tiene que alcanzar sus sueños, sentirse completa, tener estabilidad económica y después, enamorarse cuando sea posible. Ahora que tú estás a su lado, tal vez no quiera pasar eso por ti, dándote dos caminos: sentir miedo y alejarse, o dejarse llevar. Sabemos cual le pareció la mejor idea.

Intenseas. Las cosas deben fluir sin acaparar el espacio de la otra, ni creer que hablar todo el día afianzará su confianza para seguir adelante. A veces podemos ser un poco "intensas" y tratamos de que todo sea como queremos y esto puede hacer que la otra persona se sienta ahogado, lo cual hace que se aleje.

Se aburrió. Es simple y cruel pero bastante común y certero. No hay un motivo real, no hiciste nada malo, ni se alejó de ti. Simplemente, ya no le interesa escribir o verte. 

Reaccionaste tarde. Si alguien te dice sus intenciones y tú simplemente lo ignoras o no tomas una decisión, que no te extrañe que poco a poco se aleje de ti. A muchas personas les pasa, ese momento se convierte en uno de los más crueles de la vida, comprenden que de verdad les gustaba la otra persona pero ya no hay nada qué hacer al respecto.

No eres lo que espera. Todos tenemos expectativas de lo que queremos de una persona cuando empezamos a salir. Cuando conoces a una persona te puedes hacer una idea de sus gustos, personalidad y otras cosas importantes. Puede sonar cruel, pero si esa persona con la que salías se alejó, puede ser que simplemente no vio en ti lo que realmente quería de alguien.

Sólo quiere algo casual. A casi nadie le interesa tener una relación larga. Si tú de verdad buscas una pareja y parece que la persona con la que sales no ve las cosas del mismo modo, tal vez simplemente no hay solución y su relación está destinada a no ser.