Errores que cometes después de hacer ejercicio y están arruinando tu entrenamiento.

5 errores que cometes después de entrenar que te impiden ver resultados
5 errores que cometes después de entrenar que te impiden ver resultados

No estirar. Al realizar una intensa actividad el cuerpo tarda en regresar a su estado natural. Una excelente forma de ir disminuyendo la aceleración de manera progresiva es con los estiramientos. Es imprescindible para relajar los músculos y para estabilizar todo el sistema cardiorrespiratorio. La forma correcta es realizar segmentos de 15 o 20 segundos siempre con movimientos suaves. 

No ducharse. Más allá de un hábito higiénico, ducharse después de hacer ejercicio beneficia al cuerpo de maneras sorprendentes. Principalmente estimula la circulación sanguínea, congestiona la masa muscular, tonifica la piel y ayuda con la lipólisis, que es un proceso metabólico en el que se logra quemar los lípidos ya que hay un cambio de temperatura muy brusco y el cuerpo acelera el metabolismo para intentar dar calor.

Pasar a un estado de absoluto reposo. Es contraproducente un cambio tan drástico de pasar de estar muy activo a estar detenido de golpe. Es bueno mantener un mínimo de actividad para que se vaya calmando poco a poco. Nuevamente reitera el desacelerameinto progresivo y mantener al organismo activo aunque sea con un mínimo de intensidad.

No hidratarse. El 75 % de los músculos están constituidos de agua. No beberla antes, durante y después del ejercicio resultaría es el error más grande que puede cometer un deportista. Cuando el desgaste es intenso hay que tomar bebidas isotónicas o rehidratantes.

No comer después del ejercicio. Además de hidratarse, las personas necesitan recargar los depósitos de glucógenos para reponer la energía perdida y de proteínas para reparar lo antes posible las microrroturas que se producen a nivel muscular. Se puede hacer a través de batidos de proteínas, pero lo mejor es con la alimentación habitual. 

Dato extra: Bebe una cerveza:

Recientes investigaciones han demostrado que beber una cerveza después del ejercicio ayuda a nivelar el organismo. Al respecto Juan Antonio Corbalán, especialista en fisiología del ejercicio y exjugador de baloncesto profesional, esta bebida “puede reponer minerales, antioxidantes, vitaminas del grupo B y aminoácidos”.

“Una cerveza es un buen recuperador –ratificó Marco– pero está claro que su consumo tiene que ser con moderación porque después de dos ya se comienzan a sentir los efectos del alcohol”.