Derribamos algunas falsas creencias sobre dietas.

Mitos de dietas
Mitos de dietas

En esta época, donde la comunicación nos abruma por la gran cantidad de información que nos llega acerca de la nutrición desde la TV, las revistas de moda, los libros e Internet. Lo más difícil de todo es saber identificar qué es cierto o no, si está avalado científicamente o no.

Lamentablemente, con tanta información disponible, es muy probable que haya mitos que sean puestos a disposición del público, cayendo fácilmente en creencias falsas y dietas de moda. Roxana Fernández, nutricionista y docente de la Universidad Católica Sedes Sapientiae nos brinda una lista de los 5 mitos más comunes sobre dietas:  

Mito 1: Reduciendo el consumo de carbohidratos favorece para bajar de peso: El terror de que el consumo de carbohidratos lleva al aumento de peso sigue siendo una gran preocupación entre la gente,  a pesar de que la restricción de los mismo, puede llevar a una reducción de peso en un primer momento, los efectos a largo plazo de una alimentación pobre en estos y rica en proteínas son desconocidos. Lo que pasa a  corto plazo, dicha alimentación se caracteriza por una falta de energía, fatiga, menor resistencia cuando se realiza actividad física, constipación e incluso irritabilidad y malhumor. 

Esto se debe a que los carbohidratos son una de las principales fuentes de energía y de vitaminas del complejo B que actúan en el sistema nervioso, además, la falta de ellos, puede llevar a la formación de cuerpos cetónicos; una alta concentración de los mismos puede aumentar el riesgo de cálculos renales y de gota. Cuando se disminuye el consumo de alimentos ricos en carbohidratos se aumenta el de grasa y colesterol, subiendo el riesgo de enfermedad cardíaca y cáncer de colon. Es un hecho que se necesita de ellos, para que aporten energía, pero hay que saber elegir cuáles convienen más. 

Mito 2: Saltear el desayuno ayuda a bajar de peso: Es todo lo contrario,  disminuir en exceso las calorías puede reducir el metabolismo y la masa muscular, tu organismo necesita una cierta cantidad de calorías y nutrientes para poder funcionar correctamente, se debe tener en cuenta que el desayuno es el primer momento que tiene el cuerpo para recargarse de energía. Después de 8 a 12 horas de ayuno, el organismo necesita volver a llenar sus depósitos de glucosa (azúcar sanguínea).

El cerebro requiere glucosa, su principal fuente de energía, ya que no cuenta con depósitos propios de la misma. Para un esfuerzo intelectual sostenido, ya sea en el estudio o traba jo, se necesita un gran flujo de glucosa al cerebro. Los músculos también utilizan esta sustancia para la actividad física a lo largo del día. El hecho de saltear el desayuno puede llevar a comilonas o atracones a lo largo del día, con el consecuente aumento de peso. Aquellas personas que por lo general no desayunan se sienten cansadas, irritables o impacientes.

Mito 3: Comer a la noche engorda: Es importante tener en cuenta que no  importa en qué momento del día se come, sino QUÉ y CUÁNTO se come, así como también la actividad física que se realice, esto es lo que va a determinar si se gana, mantiene o pierde peso. El aumento de peso tiene lugar cuando se consumen más calorías de las que se gastan en el día. Cada ½ kilo de grasa son 3.500 calorías. Por eso, no importa el momento del día en que comas: si no quemas las calorías que consumís, el organismo las va a guardar como grasa. Lo que sí puede ser útil es comer la mayor cantidad de calorías distribuidas a lo largo del día y realizar actividad física de por lo menos 30 minutos al día a un ritmo cardiaco constante y a la misma hora.

Mito 4: Ciertos alimentos ayudan a quemar las grasas: ¿Cuántas veces hemos escuchado que los cítricos en general en ayunas ayuda a quemar las grasas? Esta afirmación es totalmente falsa. NINGÚN alimento puede quemar grasa. Los alimentos que tienen mayor trabajo digestivo ayudan a perder peso. Esto se debe a que se gastan más calorías en esa propia digestión y, además, mantienen la sensación de saciedad durante más tiempo. Por eso se deben evitar aquellos alimentos muy procesados como puré, jugos, soufflés, budines, licuados, galletas de arroz entre otros, ya que prácticamente no tienen trabajo digestivo. Además, la mejor manera de perder peso es reduciendo la cantidad total de calorías y siendo físicamente más activo.

Mito 5: Bajo en grasa o sin grasa es sinónimo de cero calorías: esta afirmación también es totalmente Falsa, un alimento que es bajo o sin grasas generalmente tiene menos calorías que la misma porción del alimento original. Pero muchos alimentos procesados bajos o sin grasas tienen las mismas calorías o incluso más que sus versiones originales.

Esto ocurre ya que, comúnmente, se le agrega azúcar, harina o espesantes a base de almidones para lograr una textura y sabor aceptables al remover la grasa, aportando más calorías. Para no ser engañados, les recomiendo leer las etiquetas sobre todo la composición nutricional del producto para detectar la cantidad de calorías y grasas por porción.