Como cualquier otra zona del cuerpo, la piel de nuestros senos también es importante, por eso te damos consejos para que los cuides.

5 consejos para cuidar tus senos
5 consejos para cuidar tus senos

Los senos siempre son una parte del cuerpo que preocupa especialmente a las mujeres. Sólo ellas los tienen (o al menos de forma más exuberante) y, por esto mismo, quieren lucirlos de la mejor manera posible. Que se vean firmes y bellos. Y estos consejos pueden servirte para lograrlo.

Ejercicio: ya que todo el peso del seno es sostenido sólo por el pectoral mayor, es importante mantener este músculo bien ejercitado. Para que tengas un busto firme, echa un vistazo a esta nota: 2 ejercicios infalibles para reafirmar el busto.

Agua fría: al ducharte puedes masajear los senos en círculos y humedecerlos con agua fría, esto revitaliza la piel. Si además alternas el agua tibia con agua fría, favorecerás la oxigenación de los tejidos de los senos, tonificando la piel y haciéndote lucir un busto más firme.

Evita el rebote: es muy importante que utilices el bra correcto de acuerdo a la talla de tus boobies y al realizar ejercicio, optes por un sostén con un soporte adecuado para la actividad física. No usar bra sólo ayuda a que con el tiempo la gravedad cause mayores estragos en la belleza de tus boobs, permitiendo que los ligamentos y tejidos se estiren de más y aumente la flacidez.

Humectación: algunas de las razones del surgimiento de estrías en el busto son a causa de experimentar cambios bruscos de peso (subir o bajar) por eso es recomendable que hidrates la piel de tus senos a diario con una cantidad moderada de crema, así la piel se mantendrá bien humectada y será menos susceptible a presentar estrías. Con el paso del tiempo puedes optar por utilizar productos que contengan colágeno y elastina para aminorar el efecto de la pérdida de elasticidad.

Fitoestrógenos: algunos alimentos naturales contienen diversos tipos de fitoestrógenos, los cuales podrían contribuir al aumento de senos de manera natural; la soya, lentejas, garbanzos y semillas de girasol son algunos de los productos que los contienen, aunque es muy importante que consultes a tu médico antes de comenzar algún cambio en tu alimentación con fitoestrógenos.