Conoce algunos beneficios de consumir chocolate en cantidades moderadas.

Los beneficios del chocolate
Los beneficios del chocolate | Fuente: pixabay

Reduce el colesterol. Otro de los grandes beneficios que han llevado al chocolate a una segunda juventud son los estudios que demuestran que su consumo, moderado, ayuda a reducir el colesterol. El cacao tiene un alto porcentaje en ácido oleico que disminuye el colesterol malo y sube el bueno.

Rico en hierro. El chocolate tiene más hierro que las lentejas. Las «vitaminas del grupo B» como otra de las grandes características del chocolate, gracias al proceso de fermentación al que este se somete en los países productores.

Disminuye el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular. Según estudios realizados en Suecia con un grupo de más de dos mil mujeres, aquellas que consumen por lo menos cuarenta y cinco gramos de chocolate amargo durante una semana tienen menos posibilidades de sufrir accidentes cerebrovasculares, posibilidades que se reducen hasta en un veinte por ciento.

Ayuda a fortalecer el corazón. El consumo regular de chocolate amargo ayuda a reducir el colesterol “malo” en la sangre, la presión arterial y, por lo tanto, reduce notablemente el riesgo de llegar a tener algún tipo de enfermedad al corazón.

Combae la diabetes. Aunque todavia no está plenamente confirmado (el estudio aún está en proceso), se cree que el chocolate consumido con frecuencia puede ayudar a combatir la diabetes, porque aumenta la sensibilidad a la insulina.

Es bueno para la piel. El chocolate es un alimento rico en flavonoides, antioxidantes que tienen la capacidad de proteger la piel contra los rayos UV. Sin embargo, no debes pensar que comiendo una barra de chocolate no tienes que usar el protector solar.

Mejora la circulación de la sangre. El chocolate tiene propiedades anticoagulantes: son de gran ayuda para mejorar la circulación sanguínea, ofreciendo resultados muy parecidos a los efectos de las aspirinas.

Despierta la inteligencia. Según algunas investigaciones, el aumento de flujo de sangre al cerebro nos hace sentir alertas y más despiertos, facilitando de esta manera el aprendizaje.