¿Cuales son las peores consecuencias de no tratarse adecuadamente una infección vaginal?

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¿Cuales son las peores consecuencias de no tratarse adecuadamente una infección vaginal? | Fuente: Pixabay

Las infecciones vaginales tienen incidencia entre un 7 y un 20% de las mujeres y que tres cuartas partes de las mujeres cuentan con un episodio de este tipo en su vida, con lo que se convierten en una de las razones de mayor consulta al médico familiar o ginecólogo. Y esto último parece ser lo correcto de hacer, porque cuando las infecciones vaginales no son tratadas pueden afectar la fertilidad en las mujeres en edad reproductiva, y también perjudicar un embarazo si es que está en curso.

La infección vaginal se produce cuando el equilibrio natural de la vagina se altera dando lugar a un ambiente propicio para la proliferación excesiva de hongos, bacterias y parásitos. Este tipo de condición puede ser más frecuente durante el embarazo por cambios químicos en el entorno de la vagina, y en mujeres diabéticas debido al aumento de la glucosa en la sangre y en las secreciones vaginales.

Durante un embarazo, por ejemplo, una infección de este tipo puede ser causa de aborto, de parto antes de término, o bajo peso del bebé al nacer y ruptura prematura de membra. En las mujeres en edad fértil puede causar enfermedad pélvica inflamatoria, infertilidad o esterilidad.

Los síntomas más frecuentes de las infecciones vaginales son un flujo vaginal anormal. La mujer nunca debe tener flujo de color (amarillo, verdoso, grisáceo, blanco espumoso o combinado, como sucede en una infección mixta).

Algunos factores de riesgo que aumentan las posibilidades de contraer una infección vaginal, de acuerdo con información del Instituto de Salud Infantil y Desarrollo Humano de los Estados Unidos, incluyen la diabetes no controlada y el embarazo, desórdenes endocrinos y de la glándula tiroides, alergias, algunos tratamientos con antibióticos o corticoesteroides y medicamentos para el cáncer. Pero también el estrés, una mala nutrición, las duchas vaginales, el uso de ropa ajustada, de lycra o nylon y con poca ventilación, y hasta el uso de químicos y otros irritantes como el detergente.

Los tratamientos que combinan distintas sustancias activas, "suelen ser más eficaces porque combaten varios tipos de infecciones a la vez y evitan recurrencias". Existen tratamientos orales (comprimidos, tabletas, etc.) y locales (cremas y óvulos) que se aplican directamente en la zona infectada y no producen efectos gastrointestinales adversos, usualmente asociados con la toma de comprimidos.