Kirsty Keep tiene 23 años, pero desde los 11 años sufre un infierno por una picadura de garrapata y hoy solo pide que la dejen morir lo antes posible.

Joven de 23 años suplica que la dejen morir
Joven de 23 años suplica que la dejen morir

Esta es la historia de Kirsty Keep, una joven que a sus 23 años está agonizando en la cama de un hospital mientras succiona gas y aire a causa de una desconocida enfermedad que le transmitió una garrapata al picarla, y terminó por acabarle la vida.

La joven fue picada por el animal cuando tenía 12 años y estaba en el patio trasero de su casa, y desde entonces lleva once años enferma. 

La picadura comenzó a crecer y a crecer hasta alcanzar el tamaño de una mano, y desde entonces, los dolores han sido crónicos, pero ningún especialista ha logrado descubrir qué enfermedad tiene exactamente la joven.

Por lo tanto, Kirsty sigue siendo sometida a diferentes tratamientos que intentan ponerle fin a sus dolencias pero no lo logran. Luego, padeció un inesperado y fuerte dolor en su rostro, como si fueran choques eléctricos y su cara quedó paralizada.

Pese a que la joven quiere terminar con su vida lo antes posible, los trámites y papeleos le han impedido lograr su cometido. La familia de la joven, mientras tanto, no pierde la fe y sigue recaudando dinero para pagar una investigación que cure a Kirsty.

El “turismo de eutanasia” crece cada año, pues alemanes e ingleses muy enfermos realizan el último viaje de sus vidas a Suiza para ponerle fin a su sufrimiento.