Amazonas o la Amazonía, es considerada como uno de los principales pulmones de la Tierra debido la riqueza y biodiversidad de su ecosistema, ya que resguarda también una quinta parte del agua dulce no congelada del planeta; sin embargo, la región suroriental es la que actualmente se considera en mayor riesgo, debido a la tala excesiva de árboles por parte de las industrias e incluso, por extracciones petroleras cuya lucha para que se detengan es aún una cuestión vigente. 

Islas Galápagos. A pesar de que instituciones como la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza, ha hecho estudios donde se demuestra una mejoría en el ecosistema de las Islas Galápagos, el archipiélago ecuatoriano aún está considerado como una zona en peligro a causa de las amenazas que representan para su territorio, flora y fauna el aumento de la población, el turismo y la pesca excesiva.

Islas del Caribe. Si alguna vez haz escuchado acerca de las paradisiacas playas del Caribe y sus islas, quizá debas apresurarte a visitarlas, de lo contrario puede que no tengas el placer de conocerlas, ya que diversos estudios prevén que la falta de lluvias como consecuencia de la transformación del clima, tendrá efectos catastróficos que terminarán por borrar del mapa a estos paraísos. Se estima que para el 2050, se comenzarán a manifestar tales cambios.

La Patagonia. Tristemente la Patagonia chilena y argentina se encuentran entre los lugares de América Latina que están desapareciendo –después de Groenlandia y la Antártida–, como consecuencia del aumento de la temperatura de nuestro planeta debido a las emisiones de gases tóxicos que producimos y al efecto invernadero que esto ocasiona. Un 90% de los glaciares se están derritiendo y, en los últimos cinco años, ya han desaparecido decenas de ellos.

Iztaccíhuatl. El Iztaccíhuatl, uno de los volcanes más representativos de México por la leyenda e historia de amor que desde épocas prehispánicas ha protagonizado con su vecino el Popocatépetl, es uno de los lugares que acorde con Hugo Delgado, investigador del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), corre el peligro de desaparecer debido a que sus glaciares experimentan un deshielo acelerado, que para el 2023 puede dejarlo sin la cubierta de nieve que siempre lo ha caracterizado y por la cual, se ha convertido en uno de los principales destinos de aventura en especial para los habitantes de la Ciudad de México.