Sacsayhuaman. Es una "fortaleza ceremonial" inca ubicada dos kilómetros al norte de la ciudad del Cuzco. Las piedras utilizadas en la construcción de estas terrazas se encuentran entre los más grande utilizado en cualquier edificio en la América prehispánica. Ahora, los peruanos celebran el Inti Raymi, el festival anual de Inca del solsticio de invierno y el año nuevo.

Tambomachay. Es un sitio arqueológico que fue destinado al culto al agua y para que el jefe del Imperio inca pudiese descansar. Consta de una serie de acueductos, canales y varias cascadas de agua que discurren por las rocas. Lo sorprendente de esto es que de una cascada principal, los Incas crearon dos cascadas secundarias, las cuales son exactamente iguales. Es decir, si uno coloca dos botellas vacías, una en cada cascada, las dos se llenan al mismo tiempo.

Puka Pukara. Esta fortaleza está compuesta de grandes muros, terrazas y escalinatas y era parte del conjunto defensivo del Cusco en particular y del Imperio inca en general. En el ámbito de las construcciones arqueológicas cercanas a la capital del extinguido imperio, se visita esta localidad. Puca Pucara recibe su nombre en quechua de "Fortaleza Roja", debido al color rojo que adquieren las rocas durante el crepúsculo.

Valle Sagrado de los Incas. Situado a los pies de los Andes, el valle que rodea Cuzco tuvo gran importancia para los incas, que lo sembraron de palacios, templos y fortalezas que hoy son Patrimonio Mundial. El nombre de Valle Sagrado se aplica al tramo del valle del río Urubamba que comprende los poblados de Pisac, Calca, Yucay, Urubamba y Ollantaytambo.

Qenquo. Es un inmenso promontorio rocoso tallado de escalones, hoyos y canaletas, seguramente hecho para depositar la chicha (bebida de maíz) que se consumía en los rituales incas.

Ollantaytambo. A unos 90 km al noroeste de la ciudad. En Ollantaytambo hay andenes de resistencia (para evitar deslizamientos), no agrícolas como en los demás sitios arqueológicos del Cuzco. En la actualidad es una importante atracción turística debido a sus construcciones incas y por ser uno de los puntos de partida más comunes del camino inca hacia Machu Picchu.

Salar de Maras. Este se encuentra a 3300 metros sobre el nivel del mar, sobre una llanura que en el pasado fue una meseta donde se podía ver distintas montañas de nieve. Según la leyenda, la sal se forma a partir de las lágrimas de Ayar Cachi (uno de los hermanos de Ayar Manco fundador de Cusco y el imperio Incaico), quien muere en llanto porque no pudo fundar el imperio. Las lágrimas fueron secadas por el sol, formando salares con tonos rosados y lilas. 

Moray.  A primera vista pareciera una especie de anfiteatro, conformado de varios andenes circulares, situado a 3.500 msnm. Los restos arqueológicos de Moray se encuentran ubicados a 7 kilómetros de Maras, en el Valle Sagrado de los Incas, a 38 km al noroeste del Cusco. Es posible de llegar a Moray a través del camino que parte del pueblo o directamente desde un desvío de la carretera principal. Moray es palabra quechua y nombra a un sector ocupado por las comunidades campesinas de Misminay y kaccllarakay.

Ausangate, montaña de 7 colores. Guardián de la región del Cusco, Ausangate es la quinta montaña más alta de Perú con sus 6,384 metros de altura. Ubicada en el distrito de Pitumarca (en la provincia de Canchis –región de Cusco-, en el sur del país), Ausangate es considerada la montaña más importante de la cosmovisión andina. Y aunque es también una de las más hermosas es de las menos conocidas en el extranjero, siempre opacada por aquella impresionante ‘Maravilla del Mundo’ llamada Machu Picchu.