Sara Sampaio es una modelo considerada pequeña para los cánones, pero que se ha convertido en la mayor maniquí nacida en Portugal en llegar a las portadas de las revistas de moda del mundo entero. En su país natal, Sampaio (Oporto, 1991) es una figura reconocible y reconocida, donde la revistas nacionales le dedican titulares como "la octava maravilla del mundo", "gente con la que nos gustaría cenar" y, sobre todo, frases en las que se repite la palabra "ángel".

Con este celestial papel se hizo reconocible a través de un anuncio de la marca de desodorante masculino Axe y, posteriormente, como una de las esculturales modelos de Victoria's Secret que son conocidas con este sobrenombre.

"La belleza de Sara es casi un 'cliché', en el buen sentido", según dice el director creativo de Vogue Portugal Paulo Macedo, para cuya revista ha protagonizado tres portadas. Su imagen, sostiene Macedo, es la que surge cuando se piensa en un ideal de belleza: "curvas definidas, ojos claros, boca carnosa...", enumera.

Aunque sus ojos verdes y sus generosos labios sean los elementos que más destaquen, el atributo que le permitió llegar al mundo de los maniquíes fue su pelo, gracias al que ganó el concurso de una marca de champú a los 16 años y tras el que firmó con una agencia de modelos.

Sin embargo, continuó sus estudios y abandonó su Oporto natal no para subirse a las pasarelas, sino para estudiar matemáticas aplicadas en Lisboa.

Pero un viaje a Londres y una carrera en la moda con cada vez más proyectos en cartera le hicieron abandonar los números en el segundo trimestre del primer año de sus estudios universitarios. De Londres a París (donde vivió un año), y de la capital francesa a Nueva York, ciudad en la que reside actualmente y en la que en cada casting se enfrenta a compañeras que le sobrepasan en altura, puesto que la única "imperfección" visible de Sampaio es su altura: unos "escasos" 172 centímetros.