Noah Galloway tiene un lema: entrena como una máquina. Para este excombatiente del ejército de EEUU todo cambió hace 11 años, cuando un artefacto explotó durante un combate en Irak y le seccionó parte de sus extremidades. Ahora, es  considerado como el mejor estado físico.

Tras el atentado terrorista contra el World Trade Center del día 11 de septiembre, Noah Galloway se alistó en el ejército de EEUU como soldado de infantería y formó parte de la 101.ª División Aerotransportada, que participó en la invasión de Irak del año 2003. Tras la experiencia, que según él «le enganchó», supo que quería regresar.

El 19 de diciembre de 2005 Galloway perdió su brazo y la pierna izquierda por la explosión de un artefacto improvisado en la ciudad de Yusufiyah (Irak). Estuvo inconsciente durante cinco días y despertó en la víspera del día de Navidad.

Como persona activa en el terreno físico, Galloway quedó inmerso en una depresión al no poder ejercitarse como antes. Pero lejos de desistir, y tras años de lucha, el veterano de guerra se ha reconvertido en un atleta competitivo y en orador motivacional. 

En el 2014 la revista Men’s Health le otorgó el premio a mejor cuerpo del año. El concurso, al que se presentaron más de 1.300 participantes, tenía unas estipulaciones concretas. En concreto, cada participante tenía que "estar en buena forma física, ser seguro, elegante, tener una prometedora carrera y ser un pilar en su comunidad". Aspectos que Galloway cumplió para alzarse como vencedor y portada de la popular revista.

La historia de superación del joven veterano de guerra tiene un apoyo simbólico en su padre, que perdió una mano con 18 años tras un accidente con una de las máquinas con las que trabajaba. Ahora, Galloway compite a alto nivel en carreras de 5 y 10km, maratones y otras disciplinas deportivas.

"La gente empezó a seguirme; recibo muchos mensajes de personas que me dicen cómo les motiva lo que hago. Algunos son de personas con alguna discapacidad física. Otros no", explicó el exsoldado a CNN. Fan de las redes sociales, casado y con tres hijos, gran parte de su tiempo lo dedica a labores de entrenador personal y a tratar de demostrar que "los desafíos existen para ser conquistados".