Hay muy pocas parejas que consideran que la infidelidad es esa pequeña chispa necesaria que aviva las relaciones, pero para la mayoría de las personas, es algo feo, horrible, detestable.

Ser víctima de constantes infidelidades de un novio o novia puede ser un factor que contribuye de gran manera a una autoestima pobre y débil. Después de todo, el sentirse traicionado te hace pensar que no vales tanto.

Dejando todo lo demás de lado, lo que sí podemos y debemos hacer, es sacar lecciones de todo esto. Tu novio te fue infiel, eso ya lo sabes, pero ¿qué pasa luego? ¿Cómo sigue la vida de ahí en adelante?

Creo que una infidelidad puede destrozar a alguien, pero también puede hacerlo más fuerte. Si superas la experiencia con éxito, eso te hace automáticamente fuerte y valiosa.

El hecho de enfrentarte a ti misma y a tus propias emociones, te hace conocerte más, valorarte y darte cuenta de que tu eres mucho más que todo lo que esa situación puntual te hizo sentir que eras.

Quizás, la vida te puso ese obstáculo, por más detestable que sea, porque sabe que algo mejor viene para ti y porque quizás así, te darás cuenta de que nada te puede derribar.