Ya estás acostumbrada a tu torpeza y la gente a tu alrededor ya sabe que las cosas contigo son una aventura.

Mujeres torpes
Cosas que te pasan por ser muy torpe | Fuente: Stocksy

Desde que tienes memoria tu relación más larga ha sido con el suelo, de alguna manera siempre terminas ahí. Desde el día que naciste (o al menos desde el que recuerdas) siempre te han pasado cosas inexplicables. Todas tus historias incluyen caídas, golpes, heridas y accidentes. Es como si el piso y tú tuvieran una relación de amor.

Tu torpeza no conoce los límites, de hecho a veces te sorprendes a los niveles que puedes llegar. No hay día que pase que no te suceda algo extraño que involucre golpes y caídas. En tu cartera llevas un rollo de papel porque sabes que vas a derramar algo, tienes curitas porque estás segura que saldrás herida en alguna circunstancia (o que harás que alguien más se lastime).

Ya estás acostumbrada a tu torpeza y la gente a tu alrededor ya sabe que las cosas contigo son una aventura. Estas son algunas cosas que seguro te caracterizan

 

1. Constantemente te estás tropezando, cayendo, golpeando, y tirando cosas al suelo. Por el lugar por el que pases siempre dejas huella o el camino te deja cicatrices y no de forma filosófica. Siempre terminas con algún moretón.

 

2. Encuentras muchos moretones misteriosos en tu cuerpo. A veces te despiertas y ves moretones que no tienen explicación y te preguntas si tal vez alguien te golpeó mientras dormías, luego repasas todas tus caídas del día anterior y resuelves el misterio. 

3. Te asustan las alturas porque sabes que eres capaz de caerte de un edificio. No es que te asuste estar en lo más alto, lo que te da pánico es que te conoces tan bien que eres capaz de caer gracias a tu torpeza. Por eso cuando llegas a estas situaciones siempre procuras agarrate de todo lo que puedas.

4. Tu calzado siempre se desarma porque francamente no sabes caminar correctamente. Tienes cerca de 100 pares de zapatos arruinados, la mayoría te han durado menos de un mes y la mitad de esos se han roto mientras caminabas. Eres especialista en malograr todo tipo de calzado sin importar la actividad, porque no entiendes bien por qué, pero hasta sentada se te rompen. ¿Caminar en tacos? Sí, claro si quieres morir.

5. Los pisos mojados y escaleras son tus enemigos mortales. Pasar por un pasillo mojado es una invitación segura a la muerte o al menos a la sala de emergencias, jamás saliste ilesa de un corredor con agua. 

6. “Casi” has muerto varias veces. Has visto a la muerte muy de cerca en más de una ocasión, tú sabes perfectamente cómo se siente ese pequeño infarto en el corazón cuando sientes que todo está perdido. De hecho en un día lo puedes sentir más de 5 veces.

 

7. Constantemente se te caen cosas, como teléfonos y bebés. Tus amigos saben que no te pueden encargar nada de valor, no es que no confíen en ti, lo hacen pero ni tu misma te encargarías algo porque todo lo que tocas lo rompes o se te cae. 

8. Nunca hay un momento aburrido cuando estás tú. Esto es como una película de Jim Carrey. Ya has aceptado tu situación y honestamente puedes reírte de ti misma. Eres muy buena para recuperarte rápidamente. Es decir, ya casi no te das cuenta ¡Porque todas esas heridas te han hecho súper fuerte! Y estás orgullosa de tus cicatrices de guerra porque casi todas vienen con una buena historia.