Guadalupe Acosta, una estudiante de comunicación, escribió una potente carta a raíz del asesinato de Marina Menegazzo y María José Coni.

Marina Menegazzo y María José Coni
Ayer me mataron: Carta por asesinato de Marina Menegazzo y María José Coni | Fuente: Facebook

Marina Menegazzo y María José Coni, de 22 y 21 años respectivamente, fueron encontradas muertas en Ecuador tras una intensa búsqueda de seis días. Lo confirmó el ministro del Interior de ese país, José Serrano, quien anticipó: "No descansaremos hasta encontrar al cobarde o los cobardes responsables de lo sucedido".Ambas oriundas de Mendoza, estaban de vacaciones en Montañita y debían ir a Guayaquil cuando se perdió su rastro.

Marina y María José, eran como cualquiera de nosotras, dos mujeres capaces de recorrer el mundo e ir a cumplir sus metas, eran como cualquiera de nosotras, dos amigas que solo querían viajar y descubrir nuevas cosas, eran como cualquier de nosotras que un día decicen escapar de la rutina y divertirse con su mejor amiga.

El asesinato de estas dos jóvenes es indignante en todas sus formas y ha hecho que miles de personas en el mundo se cuestionen sobre un tema ¿realmente sigue siendo tan peligroso ser mujer en esta sociedad? Al parecer, el simple hecho de nacer con vagina y no con pene, nos hace vulnerables.

A raíz de esta noticia, Guadalupe Acosta, una joven estudiante de comucaciones en la Universidad Católica "Nuestra señora de la Asunción" escribió una carta que compartió en su perfil de Facebook donde retrata la situación en la que, al parecer, actualmente nos encontramos.

"Ayer me mataron.

Me negué a que me tocaran y con un palo me reventaron el cráneo. Me metieron una cuchillada y dejaron que muera desangrada.Cual desperdicio me metieron a una bolsa de polietileno negro, enrollada con cinta de embalar y fui arrojada a una playa, donde horas más tarde me encontraron.

Pero peor que la muerte, fue la humillación que vino después.
Desde el momento que tuvieron mi cuerpo inerte nadie se preguntó donde estaba el hijo de puta que acabo con mis sueños, mis esperanzas, mi vida.
No, más bien empezaron a hacerme preguntas inútiles. A mi, ¿Se imaginan? una muerta, que no puede hablar, que no puede defenderse.

¿Qué ropa tenías? ¿Por qué andabas sola? ¿Cómo una mujer va a viajar sin compañía? Te metiste en un barrio peligroso, ¿Qué esperabas?

Cuestionaron a mis padres, por darme alas, por dejar que sea independiente, como cualquier ser humano. Les dijeron que seguro andabamos drogadas y lo buscamos, que algo hicimos, que ellos deberían habernos tenido vigiladas.

Y solo muerta entendí que no, que para el mundo yo no soy igual a un hombre. Que morir fue mi culpa, que siempre va a ser. Mientras que si el titular rezaba fueron muertos dos jóvenes viajeros la gente estaría comentando sus condolencias y con su falso e hipócrita discurso de doble moral pedirían pena mayor para los asesinos.

Pero al ser mujer, se minimiza. Se vuelve menos grave, porque claro, yo me lo busqué. Haciendo lo que yo quería encontré mi merecido por no ser sumisa, por no querer quedarme en mi casa, por invertir mi propio dinero en mis sueños. Por eso y mucho más, me condenaron.

Y me apené, porque yo ya no estoy acá. Pero vos si estas. Y sos mujer. Y tenes que bancarte que te sigan restregando el mismo discurso de "hacerte respetar", de que es tu culpa que te griten que te quieran tocar/lamer/ chupar alguno de tus genitales en la calle por llevar un short con 40 grados de calor, de que vos si viajas sola sos una "loca" y muy seguramente si te paso algo, si pisotearon tus derechos, vos te lo buscaste.

Te pido que por mí y por todas las mujeres a quienes nos callaron, nos silenciaron, nos cagaron la vida y los sueños, levantes la voz. Vamos a pelear, yo a tu lado, en espíritu, y te prometo que un día vamos a ser tantas, que no existirán la cantidad de bolsas suficientes para callarnos a todas."