Si sentías que tu mamá era demasiado estricta contigo, la ciencia revela que era lo mejor para ti.

mamás enojonas crían hijas más exitosas
mamás enojonas crían hijas más exitosas. | Fuente: Difusión
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Redacción Corazón

Decirle “no” a un hijo es a veces difícil, pero en algunas ocasiones esa tarea se hace más sencilla si analizamos lo que aprenderá para su vida futura. Ya que según un estudio, las mamás enojonas crían hijas más exitosas.

Seguramente, de pequeña sentiste que tu mamá era demasiado estricta y te hubiera gustado que fuera como la mamá de tus amigas. Sin embargo, ahora que eres más grande y que tal vez ya eres madre, te sorprenderás haciendo muchas de las cosas que tu madre hizo contigo y la ciencia explica por qué. 

Según publicó soy Carmín, no es solo repetir un patrón, es tu mente diciéndote que es correcto por una razón, porque en ti funcionó y simplemente quisieras lo mejor para tus hijos también. 

EL ESTUDIO QUE RESPALDA A LAS MADRES ENOJONAS DEL MUNDO 

Ser una madre enojona va más allá de tener mal humor, es hacer lo que creemos correcto, aunque nuestros hijos insistan en lo contrario, aunque nos vean con su carita pidiéndonos cambiar de opinión. 

Mucho de lo que eres hoy se lo debes precisamente a las lecciones más duras y estrictas de tu madre y ¿sabes? Mamá tenía razón y la ciencia la respalda. 

Un estudio realizado por la Universidad de Essex en Reino Unido, afirma que las mujeres que tuvieron madres regañonas, enojonas y estrictas son las que se convirtieron en las más exitosas en comparación a las que llevaron una educación más relajada. 

El equipo de investigadores analizó a un grupo de más de quince mil niñas de entre 13 y 14 años y a sus madres a lo largo de seis años, encontrando que las que habían crecido con altos estándares eran las que tenían mayores probabilidades de tener un título universitario y mejores sueldos en su vida profesional.

El estudio también encontró que este tipo de madres, tanto casadas como solteras, eran las que tenían hijas con menores probabilidades de embarazarse en la adolescencia, pues les impulsaban a enfocarse más en su educación y planear su familia a futuro, buscando un momento mejor biológico, económico y personal.