Si estás empezando a entrenar, te damos algunos consejos que te pueden servir para no lesionarte.

5 consejos para no lesionarte en el gimnasio
5 consejos para no lesionarte en el gimnasio

Estamos cerca de iniciar el verano y muchos de nosotros extrañamos tanto el sol que en cuanto vemos que el rayito más pequeño se escapa nace el deseo de playa y, con él, la preocupación de esos kilos que llevamos de más y que, sin lugar a dudas, se notarán en el momento en que dejemos de usar casacas y chompas.

Si te animaste a desempolvar las zapatillas y las mallas y te decidiste entrar a un gym, Eliana Requena Taype, docente de la Carrera de Terapia Física y Rehabilitación de la Universidad Católica Sedes Sapiente (UCSS), nos brinda cinco recomendaciones para evitar lesiones y  trabajar correctamente en el gimnasio:

Consulta primero a un especialista

Varios gimnasios cuentan con un profesional en nutrición que evalúa y atiende a sus clientes. Sin embargo, no cuentan con la presencia de un profesional en terapia física. Su participación en todo proceso que involucre el movimiento corporal es indispensable. Un terapista físico está autorizado para realizar una evaluación postural y un test muscular, más aun si se ha estado un buen tiempo inactivo.

Calentar y estirar, la mejor prevención.

Lo que indica la balanza no es el único parámetro que se debe tener en cuenta, la masa corporal varía en función a múltiples factores. Así que no hay que cometer el error de llegar al gimnasio y entrar de frente a la sala de aeróbicos sin hacer la rutina de calentamiento. Cinco o siete minutos de calentamiento pueden hacer la diferencia entre lesionar algún ligamento o causar un desgarro muscular que nos alejaría del ejercicio por 10 o 15 días. Así que a tomarse en serio esta preparación, pues básicamente se trata de respirar a conciencia para oxigenar los tejidos que se va a trabajar, hacer estiramientos que indique el especialista y elevar un poco el ritmo cardiaco.

Ejercitarse no es maltratarse

Otra situación que es muy usual es ver a una persona terminar la clase de spinning (45 min.), pasar a la clase de baile (50 min.) y a la banda para correr (30 min.), etc. Es más de una hora de actividad física que lo único que va a ocasionar, a la larga, es acelerar el proceso de envejecimiento de nuestras articulaciones, dañar el normal funcionamiento de nuestros músculos y sobre exigir el trabajo del corazón. El plan de entrenamiento de cada persona debe ser individual, tener un equilibrio entre la actividad aeróbica, el fortalecimiento muscular e incluso ejercicio plimétrico (breves, pero intensos). La frecuencia y el tiempo de duración de cada forma de entrenamiento se deben dosificar según la estructura corporal de cada persona, su edad, sus necesidades y objetivos.

Los implementos

En función a la evaluación que haga el fisioterapeuta, tal vez se deba usar algún tipo especial de zapatillas o tape (vendaje funcional) a fin de realizar los ejercicios protegiendo las zonas vulnerables, más aun si ya se tienen antecedentes de lesión muscular o articular, es decir, si alguna vez  se ha tenido episodios de dolor lumbar, cervical o de rodillas. También en función a la edad, si se tiene más de 45 años y nunca antes se ha hecho ejercicios es necesario tomar estas precauciones para que el cuerpo se adapte paulatinamente al esfuerzo.

Estilo de vida

Por último, mentaliza lo siguiente: todo el esfuerzo que piensas hacer, el tiempo que quieres usar y, desde luego, el dinero que vas a invertir, no debe ser en vano. La calidad de vida que se consigue a través del ejercicio y la buena alimentación te pueden ahorrar muchos problemas médicos, así como alejarte de las pastillas y del hospital. Que todo este ímpetu no sea solo por lucir mejor un verano, si no por verte y sentirte bien el resto de tu vida.