6 hábitos que identifican a una mujer que ha madurado
La decisión de mirar al futuro y pensar en el equilibrio de todas las metas: crecimiento laboral, relaciones estables, familia, vida social.
Ahorro. Una mujer madura entiende que gastar dinero en cosas innecesarias ya no es una opción, evita comprar ropa que sabe que no va usar, se mueve en transporte público si no tiene carro, y maneja su dinero de forma responsable. Sabe cuáles son sus gastos fijos y lo que sobra lo mete a una cuenta de ahorros.
Atender responsabilidades cuando se debe. No deja las cosas para último momento porque sabe que eso solo es alargar las cosas. La procrastinación es un hábito que tiene cualquier persona que no ha madurado y aún no entiende las consecuencias de ser irresponsable, pues se encuentra en una etapa de dependencia en la que tiene toda la vida resuelta y sólo vive de placeres momentáneos. Una mujer que ha madurado se vuelve consciente de que cada acto que realice tiene repercusiones, por tanto es más responsable y realiza sus pendientes cuando debe hacerlo.
Hacer planes a largo plazo. Una mujer madura entiende la importancia de planearse metas y luchar por ellas. Por eso, va construyendo su vida en base a pequeños o grandes planes que van desde comprarse un departamento en unos años, planear viajes, estudiar o incluso proyectarse a formar una familia si es que está en sus prioridades. Una mujer madura comienza a analizar sus decisiones, pues sabe que éstas van a influir más adelante, por lo que prefiere prever su futuro y crear estrategias que la ayuden a largo plazo.
Expresar sus sentimientos sin miedo. Cuando alguien no ha madurado emocionalmente tiende a ser aprensivo con sus sentimientos, pues le angustia de sobremanera no ser correspondido; sin embargo, una de las enseñanzas que trae la madurez es expresar sentimientos sin la necesidad imperante de esperar algo similar a cambio. Compartir simplemente por el hecho de sentirse bien con hacerlo y estar abierto a cualquier respuesta: positiva o negativa.
Pensar menos en el qué dirán. La norma dice que alguien maduro es seguro de sí mismo. En el caso de las mujeres, aquel dicho aplica cuando esa seguridad le permite ser ella misma sin necesidad de aparentar algo para que no hablen mal de ella o para guardar apariencias. Siempre va a defender su forma de vestir, pensar o hablar aunque salga de lo convencional, pues prefiere ser leal consigo misma.
Planear actividades sin compañía. No es lo mismo salir solo que con alguien, es verdad. Pero eso a ellas las tiene sin cuidado, lo cual no significa que menosprecien la compañía, sino que también disfrutan de salir por su cuenta y no se frustran, enojan, ni dejan de salir el día que alguien no puede acompañarlas. Es más, cuando eso sucede, ellas creen que es una excelente oportunidad para aventurarse y conocer nuevos lugares. Lo toman como una experiencia gratificante.