Cada organismo es diferente por tanto, los síntomas de embarazo aparecen en cada mujer en distintas etapas.

Síntomas de embarazo
Síntomas de embarazo | Fuente: Pixabay

Aunque un embarazo comienza en el momento de la concepción, la mayoría de las mujeres no suele ser consciente de que lleva una vida en su interior. Sin embargo algunas, sobre todo aquellas que ya han tenido otros embarazos, aseguran sentirse diferentes ya durante fases muy tempranas y saber que están en estado dos o tres días después de la fecundación.

Ahora bien, lo habitual es que los primeros síntomas aparezcan sobre la semana 6 contada desde la última regla (FUR). Eso sí, no todas los notan tan pronto y algunas no sentirán ninguno en todo el embarazo. La ausencia de síntomas no significa que algo vaya mal, así que si es tu caso.

Es evidente que los cambios (físicos y emocionales) acompañarán todo el embarazo, pero no todos ocurren a la vez. La mayor parte de ellos tendrán que ver con la acción de las hormonas, por lo que podrán manifestarse desde el inicio de la gravidez; otros están directamente relacionados con la transformación física del cuerpo, por lo que se presentan cuando el feto es mayor y la barriga es más prominente.


Algunos de los síntomas tempranos más característicos son los siguientes:

Hambre: El desarrollo y crecimiento del embrión exige un mayor aporte calórico, por lo que es normal que ya desde los primeros días notes que tienes más hambre. Por el contrario otras mujeres pierden el gusto por la comida o sienten asco por algunos sabores, incluso por sus platos favoritos. Las náuseas matutinas pueden contribuir a esa inapetencia.

Cambio en los pechos: Esta parte del cuerpo es la primera zona en cambiar de forma cuando una mujer se queda embarazada, al menos que pueda apreciarse externamente. La primera percepción es el aumento del tamaño. Cada pecho crecerá una media de 5 cm y aumentará 1,5 kg de peso en el transcurso del embarazo. Desde el principio el pecho empieza a crecer y a la 5ª o 6ª semana desde la FUR, puede notarse más blando al tacto o bien más tirante por el aumento repentino de volumen. Con el paso de las semanas puede que aparezcan venas azules, debido a los estrógenos. Los pezones también se transforman, se oscurecen y se vuelven especialmente sensibles al roce. La areola se hincha y en ella aparecen pequeñas protuberancias, conocidas como tubérculos de Montgomery.

Micciones frecuentes: La necesidad de orinar a menudo también es otro de los efectos secundarios del embarazo y se sufre sobre todo en el primer y tercer trimestre.

Ptialismo: Este es el nombre científico para denominar el exceso de saliva. El aumento del nivel hormonal también provoca una secreción excepcional de saliva, y sucede habitualmente en las primeras semanas de gestación.

Modificación del olfato: El incremento de las tasas hormonales parece estar también detrás de la sensibilidad olfativa, que provoca en las embarazadas que algunos olores aparentemente normales, se vuelvan insoportables casi desde los primeros días de gravidez.