4 motivos por las que no consigues un abdomen plano aunque entrenes
Estos son los errores de entrenamiento que estás cometiendo y que no te permiten bajar el abdomen.
Dejas el abdomen para el final. Tu rutina en el gimnasio es extenuante: primero corres durante media hora, después trabajas la parte baja de tu cuerpo y al final haces ejercicios de abdomen. ¿Qué podría salir mal? Una de las razones por las que no notas una mejoría en tu abdomen es porque no lo defines como una prioridad en tu plan de entrenamiento. Dedica un día exclusivo a los distintos ejercicios para esta zona sin dejar de lado el cardio y comenzarás a ver los resultados.
Tus rutinas son siempre las mismas. Una buena rutina es aquella que cambia con el paso del tiempo, especialmente cuando ya la dominas y tu cuerpo exige un reto distinto. Evita caer en el confort y trata de ejercitarte con nuevas rutinas, varía entre número de repeticiones o mayor peso. No todo está en cuánto cargues. Trata de dar lo máximo en el cardio y pronto obtendrás mayor definición.
No trabajas todos los músculos. ¿Haces más de 100 abdominales por día y no es suficiente para definir tu abdomen? El problema podría estar en que no trabajas ningún otro ejercicio. La zona abdominal involucra un conjunto de músculos más allá del six pack que todo el mundo busca presumir. Es necesario trabajar de igual manera los oblicuos, los abdominales inferiores, los serratos y la espalda para conseguir un abdomen definido.
No tomas un descanso. Puede que estés haciendo todo bien, pero que estés saltando la regla de oro del ejercicio: el día más importante es el de descanso. Cuando se trata de esta zona, la obsesión por conseguir un abdomen marcado causa ansiedad, pero debes evitar sobrecargar esta zona si quieres ver resultados. Divide tu calendario en otras partes del cuerpo y trabaja el abdomen máximo cuatro veces por semana.
Con información de Cultura Colectiva