5 mensajes escondidos que se revelan con lenguaje corporal
Saber leer el lenguaje corporal te puede ayudar a descifrar lo que pasa por la mente de una persona.
El lenguaje corporal puede decir de nosotros mucho más de lo que pensamos y contribuir a que "leer la mente del otro" sea una tarea un poco más sencilla.
1. Los brazos y piernas cruzados son un signo de resistencia. La posición de tus extremidades pueden delatar si estás de acuerdo o no con las ideas de tu interlocutor. Puede que incluso estés teniendo una conversación agradable con él y sonrías, pero tu cuerpo dice lo contrario. Las piernas y brazos cruzados son una señal de que la persona está mental, emocional y físicamente bloqueada ante aquello que tiene delante. Lo más interesante es que no es una reacción consciente, y es por eso por lo que es tan revelador.
2. La verdadera sonrisa no está en la boca, sino en los ojos. Fíjate en esa persona, cómo sonríe. Parece feliz pero... no lo está. Muchas veces, sonreímos por compromiso, para ocultar nuestros miedos, preocupaciones o que nos encontramos ante una situación incómoda. Entonces, ¿cómo saber si la felicidad de nuestro interlocutor es verdadera? Es muy fácil. Solo tienes que mirarle a los ojos, en concreto, a las patas de gallo.
3. Copiar el lenguaje corporal del otro es una buena señal. Siempre te han dicho que copiar a los demás está mal y que es un indicio de falta de autoestima. Es hora de que cambiemos esa manera de pensar, por lo menos cuando hablamos de lenguaje corporal involuntario. Copiar de forma instintiva los movimientos de la persona con la que estamos hablando es una buena señal. Cruzas las piernas y tu interlocutor lo hace también, sonríes y él sonríe, cambias de postura y te copia como si estuvieras delante de un espejo... todo esto son señales de que la conversación es agradable y que la otra persona se muestra receptiva ante tu mensaje.
4. Los ojos no mienten... o sí. La creencia de que cuando mentimos desviamos la mirada se ha hecho tan popular que las personas mantenemos contacto visual de manera deliberada en un intento de encubrir una mentira. Por lo tanto, si una persona mantiene la mirada durante demasiado tiempo y sin parpadear... quizás esconda algo.
5. ¡Deja de mover la cabeza! Un movimiento exagerado de cabeza durante una conversación puede ser indicador de que la persona está preocupada por lo que podamos pensar de él o por la posibilidad de que pensemos que no es capaz de seguir nuestras instrucciones. Así que si quieres transmitir calma y serenidad... deja de mover la cabeza compulsivamente.
6. Mandíbula apretada = estrés creciente. Mandíbula apretada, cuello tenso y ceño fruncido son señales inequívocas de estrés. Y signos de malestar considerable. Si cuando estás hablando con alguien muestra alguna de estas tres señales, mantente alerta. Quizás la conversación esté derivando a algo serio, su mente podría estar en otro lugar o el enfoque del tema le está estresando.