5 lecciones maravillosas que aprendimos de ‘Finding Dory’
La nueva cinta de Disney y Pixar ha arrasado en taquilla en su primer fin de semana en las salas de cine de Estados Unidos.
Puedes hacer lo que te propongas. No existe nada que no puedas hacer, ningún tipo de obstáculo es demasiado grande para estancarnos. Todo lo que nos sucede en la vida nos hace más fuertes, lo único que tenemos que hacer para lograr lo que queramos es confíar en nosotros mismos, seguir adelante y encontrar la forma de esforzarnos. Dory no se detiene nunca, a pesar de su mala memoria, encuentra la forma de continuar.
Las mejores cosas pasan por accidente. En la vida no hay nada establecido, muchas veces las cosas más importantes de nuestra vida pasan sin que lo tengamos planeado. Dory y Marlin se conocen sin tenerlo planificado, y aún así, se hacen inseparables, lo que ocurre luego es que viven experiencias increíbles en busca de los seres que más aman. A veces los accidentes pueden ser maravillosos.
No hay que pedir disculpa por quienes somos. Todos somos únicos en nuestra especie, no existe nadie igual y eso es lo que nos hace especiales. No importa que tan "raro" creas que eres, eso en vez de ser una debilidad, es una fortaleza. Dory siempre se disculpa por ser "extraña", pero en realidad ahí radica su encanto, porque esa cualidad la hace ser lo increíble que es.
La familia no siempre es biológica. Los amigos que elegimos se convierten en nuestra familia, muchas veces este lazo (sin ser de sangre) es mucho más fuerte que cualquier otro. Dory y Marlin son dos extraños, pero aún asi se convierten en parte del otro. La familia es al final, la gente que más amamos, aquellos que están para apoyarnos en cualquier situación, con los que compartimos y los que tienen una parte de nuestro corazón.
Siempre hay otra manera. Seguido nos agobiamos con cosas mundanas. Cuando algo no nos sale bien nos damos por vencidos y decimos ‘No se puede’. Pero muchas veces existen múltiples formas de resolver problemas y hacer las cosas. Dory y sus padres nos enseñan que hay muchas formas de levantar la concha atorada en la arena, simplemente hay que seguir tratando, o como ellos dicen, seguir nadando.