Conoce el estudio científico que ha determinado que las personas que toman el café amargo son malvadas. Y es que según este estudio la preferencia por sabores amargos está relacionada con rasgos malvados e la personalidad de cada uno. Aquí te contamos todos los detalles.

Las personas que toman café amargo son malvadas
Conoce el estudio científico que ha determinado que las personas que toman el café amargo son malvadas. Y es que según este estudio la preferencia por sabores amargos está relacionada con rasgos malvados e la personalidad de cada uno. Aquí te contamos todos los detalles. | Fuente: Google
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Redacción Corazón

Si es que eres de las personas que le encanta el café sin azúcar y, en general, los sabores amargos entonces podrías tener el alma llena de absoluta maldad y hasta signos de psicopatía. Y no te estamos bromeando, esto ha sido comprobado científicamente.

Según el estudio de la Universidad de Innsbruck, en Austria, publicado en la revista Appetite, la preferencia por los sabores amargos está relacionada con rasgos de la maldad de cada persona. Esta investigación interrogó a 500 personas, mujeres y hombres de 35 años aproximadamente, para conocer sus preferencias alimenticias y luego, analizaron su personalidad y niveles de agresividad de acuerdo a un cuestionario. Al final, se confirmó que quienes amaban los sabores amargos eran menos agradables que las personas que preferían los sabores dulces.

Las personas que toman café amargo son malvadas
Conoce el estudio científico que ha determinado que las personas que toman el café amargo son malvadas. Y es que según este estudio la preferencia por sabores amargos está relacionada con rasgos malvados e la personalidad de cada uno. Aquí te contamos todos los detalles. | Fuente: Google

Pero…¿qué relación hay entre la psicopatía y la búsqueda de los alimentos amargos? Según los científicos, la relación es que los alimentos amargos pueden ser peligrosos y un psicópata puede encontrar gusto por ingerir algo que resulte peligroso.

“Comer alimentos amargos puede compararse con un viaje en montaña rusa, donde las personas disfrutan las sensaciones de miedo”, señaló la encargada del estudio Chritina Sagioglou.