¿Qué actividades hacer para vivir Semana Santa?
Si quieres vivir Semana Santa del modo tradicional, te recomendamos hacer algunas actividades.
Se conoce como Semana Santa a la evocación que tiene lugar todos los años dentro del mundo cristiano y en la que se celebra la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, el Hijo de Dios. Esta celebración se inicia con el tradicional Domingo de Ramos, que conmemora la entrada triunfal del Mesías en Jerusalén y culmina con el Domingo de Resurrección, fecha en la que se supone que Jesús de Nazaret volvió de la muerte para presentarse ante sus apóstoles.
En Lima, Surco es uno de los distritos en los que más celebraciones se realizan a causa de la Pasión de Cristo. En este distrito limeño, la población creyente camina por las calles y lleva el tradicional olivo hasta la plaza central del distrito. Un día antes de la muerte de Jesús en la cruz, los feligreses varones se visten de blanco y cubren su cabeza con cucuruchos para hacer guardia durante toda la noche. Después del Sermón de las Tres Horas, en que se reflexiona sobre las palabras de Cristo en la cruz, los fieles llevan la imagen del Señor del Santo Sepulcro a la Parroquia de Santiago Apóstol. El evento más pintoresco de esta celebración religiosa en Surco, es el concurso de alfombras florales, en el que no solo participan residentes sino también devotos del interior del país.
Las costumbres más conocidas en Lima Metropolitana son el recorrido de las llamadas 14 estaciones (la “Vía Crucis”, que en latín significa “el camino de la cruz”) que los fieles realizan recordando catorce momentos específicos de Jesús en su dolorosa ruta hacia el calvario. Esta costumbre se da en otros países del mundo como en Israel (Tierra Santa) donde se recorren los lugares exactos que atravesó Jesús. En Lima, también se acostumbra visitar siete iglesias, las más conocidas del centro. Esta visita, que se hace en familia, es una tradición que nos llegó desde Italia y España. Otras tradiciones incluyen la masiva asistencia a la Misa de Domingo de Ramos, donde cada creyente lleva a su casa una rama de olivo para conmemorar la entrada a Jerusalén de Jesucristo, el Sermón de las Tres Horas o Siete Palabras y la Procesión del Santo Sepulcro.
¿Y el Huevo de Pascua? Es común ver en estas fechas los anaqueles de centros comerciales y supermercados abarrotados de coloridos huevos de chocolate. Esta tradición, que tiene raigambre tanto judía como cristiana, también fue alguna vez motivo de unión familiar en las casas de Lima de antaño, pues los padres y abuelo escondían los huevos de dulce para que los niños los buscaran y, eventualmente, los encontraran. En la tradición hebrea, el huevo era símbolo de fertilidad y la Pascua coincidía con la llegada del invierno. En la tradición cristiana, en cambio, el huevo y el conejo de Pascua –elementos de esta tradición consistentes en esconder los huevos de chocolate- representan la persecución de Jesús y su familia por parte de Herodes y la intervención divina que evitó que fuesen encontrados. Hoy son solo elementos decorativos, puestos en venta sin mayores explicaciones ni simbologías.