Digestión óptima. Beber agua caliente ayuda a que los procesos enzimáticos del organismo puedan procesar mejor los alimentos que consumimos. El agua tibia durante las comidas asiste en la digestión y absorción a nivel digestivo, incluso de alimentos grasos.
Ayuda en clima cálido. Aunque suene contraproducente, beber agua tibia en zonas de mucho calor y en días cálidos es un buen tip para lidiar con las altas temperaturas. El agua caliente ayuda a liberar las toxinas a través de la transpiración y a enfriar el cuerpo. También purifica el torrente sanguíneo y estimula al funcionamiento intestinal, para que el organismo no esté recargado en días calurosos.
Pérdida de peso. El agua caliente con limón, al ser bebida, eleva la temperatura corporal y ayuda a acelerar el ritmo metabólico, lo cual es fundamental para perder peso y mantenerlo.
Protección contra infecciones. El agua caliente combate las bacterias, virus y hongos que pueden ingresar al organismo por diferentes medios, reduciendo el riesgo de infecciones de todo tipo.