El sangrado vaginal después de una relación sexual es bastante común: aproximadamente 1 de cada 20 mujeres lo experimentan.

Por lo general, el origen del sangrado vaginal proviene del cérvix (o cuello del útero)
Por lo general, el origen del sangrado vaginal proviene del cérvix (o cuello del útero)

Vaginitis. Se trata de una inflamación en la vagina que puede tener diferentes causas (infección por bacterias, hongos, parásitos como las tricomonas; una reducción de los niveles de estrógeno después de la menopausia; o una reacción a alguna sustancia que te irrite).

La vaginitis puede causar un sangrado ligero que se empeora después de las relaciones. El tratamiento de la vaginitis depende de la causa. Si se trata de una infección, tu ginecólogo o tu médico podría recomendarte cremas o supositorios vaginales y/o medicamentos orales para tratarla. 

Cervicitis. La inflamación de la cérvix, además de sangrado después de las relaciones, puede detectarse por la presencia de una secreción amarilla o grisácea, maloliente, así como de dolor al orinar. Una de las causas más comunes de la cervicitis es una reacción alérgica al látex o a un espermicida, aunque también puede tratarse de una infección viral o bacteriana.

Tu médico puede ayudarte a determinar la causa e indicarte el tratamiento. Si se trata de una alergia, tu pareja puede cambiar a otro tipo de condón que no sea de látex y/o puedes usar otro espermicida.

Enfermedad pélvica inflamatoria. Ocurre cuando las bacterias se movilizan desde la vagina o el cérvix hasta el útero, las trompas de Falopio, los ovarios o la pelvis. Muchos casos de enfermedad pélvica inflamatoria (EIP) se deben a las mismas bacterias que causan la clamidia y la gonorrea.

Pero no todas los casos de EIP se producen por una enfermedad de transmisión sexual. Muchas veces se producen por bacterias que viven normalmente en el canal vaginal o que entran a éste por varios medios. En muchas ocasiones no dan síntomas. Es importante tratar la EIP a tiempo mediante antibióticos ya que si no se trata y la infección se prolonga, puede afectar tus órganos reproductivos y causarte infertilidad.

Endometriosis. Es una condición dolorosa en la que el tejido que recubre el útero crece fuera de éste. Un sangrado entre ligero y moderado puede ser uno de sus síntomas, además de períodos muy dolorosos e intensos, dolor en la pelvis, en la parte baja de la espalda y también al defecar. Es importante tratar la endometriosis pues puede causar infertilidad.

Cáncer cervical. Si te haces la prueba citológica regularmente (el Pap o Papanicolau), y ha resultado negativa, es poco probable que ésta sea la causa de tu sangrado. Pero no te confíes, especialmente ya estás en la menopausia. Lo mejor es consultar con el ginecólogo y descartar la presencia de células cancerosas en el cérvix.