6 beneficios de maldecir y decir groserías
Las personas que dicen groserías son más felices.
Todas en algún momento de nuestra vida hemos soltado groserías, en realidad es inevitable usar algunos ajos y cebollas cuando algo no nos está yendo del todo bien o cuando estamos molestas por algo.
Pero lo que por lo general se ve como un signo de mala educación o falta de respeto, resulta que puede ser muy beneficioso para nuestra salud. Sí, decir groserías podría hacer mucho más saludable.
Un estudio publicado en Psicology Today indica que maldecir tiene beneficios específicos para nuestra salud física y mental
1. Tiene un efecto analgésico. Richard Stephens, psicólogo de la Universidad de Keele, realizó un experimento que consistía en medir el tiempo en el que 67 universitarios eran capaces de mantener sus manos sumergidas en agua helada. Al poco tiempo animó al grupo a que gritaran groserías. Más tarde, los alumnos completaron la misma prueba sin maldecir. Los 67 estudiantes soportaron las temperaturas frías durante 40 segundos más, mientras gritaban obscenidades. Este grupo también afirmó que sentía menos dolor en general. Stephens concluyó diciendo: “Yo aconsejaría a la gente que digan groserías cuando se lastimen”. Como ves, esto aplica perfecto para los golpes en el dedo chiquito del pie.
2. Te hace sentir más fuerte. Stephens además afirma que decir groserias aumenta la confiaza y te da mucha fuerza mental, de alguna manera le resta importancia a nuestras debilidades y hace que podamos tener un control sobre lo que hacemos y la manera en la que reaccionamos.
3. Mecanismo de defensa. Las personas que suelen maldecir seguido tienen un gran sentido de supervivencia, decir groserias es una manera saba de demostrar frustración y dolor.
4. Te hace más sociable. De acuerdo con los psicólogos las personas que dicen groserías por lo general son más honestas, abiertas y se toman la vida de una manera más relajada.
5. Decir groserías ayuda a enfatizar. Muchas veces no nos alcanzan las palabras para expresar lo que queremos, pero al maldecir o decir grosearias le damos un peso diferente al contexto.
6. Eres una persona sana. Cuando las personas dicen groserías se acelera la circulación, se liberan endorfinas y nos proveen de una sensación de calma, control y bienestar. La clave está en no confundir groserías con ENOJO.