Causas por las que puedes sangrar después de una relación sexual.

Causas por las que puedes sangrar después de una relación sexual
Causas por las que puedes sangrar después de una relación sexual

El sangrado vaginal después de una relación sexual es bastante común: aproximadamente 1 de cada 20 mujeres lo experimentan. Las relaciones muy intensas, el exceso de fricción o la falta de lubricación son causas frecuentes que no representan un problema de salud serio. Pero hay otras que sí son peligrosas y que requieren atención y tratamiento médico inmediato. Aquí te decimos cuáles son.

1. Una enfermedad de transmisión sexual (o ETS).  Dos enfermedades de este tipo, muy comunes, son la gonorrea y clamidia. Ambas pueden causar sangrado después de la relación sexual. El sangrado también puede coincidir con secreción vaginal, irritación en el canal de la vagina, o sensación de ardor al orinar. En ambos casos el tratamiento es a base de antibióticos, seguido de medidas preventivas, como la práctica de sego seguro

2. Vaginitis. Se trata de una inflamación en la vagina que puede tener diferentes causas (infección por bacterias, hongos, parásitos como las tricomonas; una reducción de los niveles de estrógeno después de la menopausia; o una reacción a alguna sustancia que te irrite). La vaginitis puede causar un sangrado ligero que se empeora después de las relaciones. 

3. Cervicitis. La inflamación de la cérvix (o cuello del útero), además de sangrado después de las relaciones, puede detectarse por la presencia de una secreción amarilla o grisácea, maloliente, así como de dolor al orinar. Una de las causas más comunes de la cervicitis es una reacción alérgica al látex o a un espermicida, aunque también puede tratarse de una infección viral o bacteriana.

4. Enfermedad pélvica inflamatoria. Ocurre cuando las bacterias se movilizan desde la vagina o el cérvix hasta el útero, las trompas de Falopio, los ovarios o la pelvis. Muchos casos de enfermedad pélvica inflamatoria (EIP) se deben a las mismas bacterias que causan la clamidia y la gonorrea. Pero no todas los casos de EIP se producen por una enfermedad de transmisión sexual. Muchas veces se producen por bacterias que viven normalmente en el canal vaginal o que entran a éste por varios medios (entre ellos, la relación sexual). 

5. Endometriosis. Es una condición dolorosa en la que el tejido que recubre el útero crece fuera de éste.  Un sangrado entre ligero y moderado puede ser uno de sus síntomas, además de períodos muy dolorosos e intensos, dolor en la pelvis, en la parte baja de la espalda y también al defecar. Es importante tratar la endometriosis pues puede causar infertilidad.

6.  Cáncer cervical. Si te haces regularmente el Pap o Papanicolau), y ha resultado negativa, es poco  probable que ésta sea la causa de tu sangrado. Pero no te confíes, especialmente ya estás en la menopausia. Lo mejor es consultar con el ginecólogo y descartar la presencia de células cancerosas en el cérvix.