Especialista advierte que azúcares, harinas refinadas y grasas saturadas deben eliminarse para evitar que se agraven los síntomas.

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Consumo de estos alimentos es ES ESENCIAL PARA LA RECUPERACIÓN DE PACIENTES CON COVID-19. | Fuente: Difusión | Fotógrafo: AntonioGuillem

Una persona diagnosticada con COVID-19 debe cambiar su alimentación, a fin de reforzar su sistema inmunológico y la capacidad pulmonar, así lo señaló Pedro Tirado, nutricionista de Sisol Salud.

El sistema de defensa del paciente debe estar preparado para hacerle frente al coronavirus, por eso es importante que ingiera alimentos protectores, como frutas y verduras, en cinco porciones al día. El apio, cebolla, ajos, kion y pimentón, ricos en vitamina A, C y K, aumentarán las defensas, servirán de anticoagulantes y combatirán el estado de inflamación a causa del virus.

Las frutas deben consumirse por la mañana en ayunas, a media mañana o después de dos horas del almuerzo. Se recomienda la papaya, lúcuma y mango por los antioxidantes y betacarotenos que contienen; así como el kiwi, camu camu y naranja, ricos en vitamina C. El plátano es ideal para hipertensos y para prevenir un infarto cerebral.

El nutricionista precisa que el paciente debe consumir una dieta rica en proteínas de origen animal, como las carnes blancas de pavita o pescado, mínimo tres veces a la semana y preparadas al vapor, tipo sudado o a la plancha. El consumo de pollo debe reducirlo a una o dos veces por semana. 

También debe consumir proteínas vegetales, como las menestras, lentejitas y garbanzos, ricos en fibra, proteínas y minerales como el magnesio, que aportan un efecto neurotransmisor, y acompañarlos con arroz integral, quinua, cereales o granos andinos, que darán energía al paciente.

Entre los tubérculos, el camote, mashua, oca y olluco, alimentos productores de colágeno, vitamina A, betacaroteno y bajos en calorías, son ideales para pacientes con obesidad, los cuales también reforzarán las defensas.

Se recomienda reemplazar la leche de vaca por la de soya, almendras o ajonjolí, fuentes de calcio, pues ayudan a combatir problemas respiratorios y minimizan el proceso inflamatorio. Asimismo, el agua tibia o mates de linaza, ortiga, cola de caballo limpiarán el hígado y riñones de las toxinas.

Alimentos que se deben evitar

 El nutricionista indicó que el paciente debe suprimir el azúcar, pues disminuye la producción de glóbulos blancos; tampoco debe consumir frituras ni usar condimentos. Las grasas saturadas, carnes rojas, chancho, cordero, vísceras y sangrecita deben estar fuera de la dieta, así como las harinas refinadas, fideos, pan, postres, golosinas, café y té.