Si has encontrado a una mujer que se ha convertido en una flor de belleza extraordinaria en tu árido destierto, aférrate a ella tan fuerte como puedas: jamás la dejes ir

Mujeres atractivas
Características de una mujer a la que no debes dejar ir. | Fuente: Stocksy

Es más inteligente que tú. Todo hombre necesita una mujer inteligente, que le ayude a ir por la vida. Se dice que detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Y eso es cierto. Sin una mujer el hombre no es nada más que un egoísta común y corriente. Si una mujer inteligente entra en su vida, tendrá sentido, dirección y sabiduría para no echar a perder su existencia.

Es bella. La belleza está en los ojos del espectador: mientras la veas increíblemente bella (según tu gusto), aférrate a ella. Sé que en nuestra época existen aquellas personas que le dan demasiada importancia a la belleza exterior, y aquellas quienes, al contrario, se rebelan en contra de este concepto y no le dan importancia al aspecto físico de una persona. La belleza es aquello que deleita a la gente desde que tenemos la habilidad de ver; no es algo que debe avergonzarte; sin embargo, es algo que debemos valorar adecuadamente.

Es enérgica. De vez en cuando la vida es complicada. También puede ser aburrida y monótona. Las mujeres no están creadas para entretener al hombre. Más bien es al revés. Sin embargo, con aquella mujer que es enérgica, activa y dispuesta a buscar aventuras, te sentirías más feliz.

Le da gusto decirte que estás equivocado. Cada hombre necesita a la mujer que lo saque de esta tontería. Los chicos tenemos una tendencia extraña a tomar decisiones equivocadas y cometer actos estúpidos. El hecho de encontrar a una mujer que te ayude a seguir tu camino y que te diga dónde estás mal, puede mejorar o darle un giro a tu vida.

Es fuerte pero femenina. Cada quien tiene su gusto para las mujeres, sin embargo, todas son una combinación de fuerza y feminidad. Una mujer fuerte es un socio que necesita cada hombre. Una mujer femenina es… bueno, es una mujer. Estas dos cualidades no son opuestas. Muchas veces combinan a la perfección: una mujer se sabe valorar y al mismo tiempo es orgullosa de haber nacido mujer.

Es apasionada. Una vida llena de pasión vale la pena vivirla. Sin embargo, vivir una vida apasionada en soledad es simplemente imposible. La pasión surge entre dos organismos vivos, incluso entre dos individualidades. La pasión es hermosa porque es «contagiosa». Es el «patógeno» más deseable en el mundo.