Frases terribles que NO funcionan para conquistar a una mujer.

Frases terribles
Frases terribles que NO funcionan para conquistar a una mujer. | Fuente: Difusión

Por alguna extraña razón hoy en día hay hombres que usan frases terribles para "conquistar" a una mujer, lo que ellos piensan que es halagador son en realidad comentarios y preguntas molestas e incómodas que solo hacen que una mujer salga huyendo sin mirar atrás. A todas las mujeres nos gusta que nos digan cosas halagadoras, pero hay formas y maneras de hacerlo. 

¿Qué tal, “amiga”?: Tu miras a los dos lados para saber si te hablan a ti, porque no puedes creer que alguien que no conoces te llame amiga. Primero porque tú no usas esa palabra a la ligera y segundo porque no podrías confiar en nadie que llama "amiga" a cualquier persona desconocida

clueless ew

¿Estudias o trabajas?: "No, a mis casi treinta años, aún me mantienen mis padres", es lo que pasa por tu cabeza cuando a alguien se le ocurre preguntarte algo así. Realmente no puedes creer lo patético que es que alguien te cuestione por tu situación económica y profesional para entablar una conversación.

¿Por qué tan solita?: "Vine aquí a tirarme un pedo, por eso estoy sola", es lo que quisieras decir. 

¿Por qué tan bonita y sin novio?:  "Porque prefiero estar así antes que conocer a limitados mentales como tú". No entiendes cómo alguien puede encontrar atractivo decir esto, realmente no comprendes porque piensan que esta pregunta funciona.

“Mi amigo quiere conocerte”: ¿Y ese amigo dónde está? Nada más patétito que un hombre sin valor para dar un paso, si el sujeto en cuestión tiene que recurrir a juegos tontos para ir por alguien que considera atractiva, te da al impresión de ser un cobarde sin personalidad.

daria going to hell

“Me acabo de enamorar”. Tú miras para un lado y luego para el otro y piensas, ¿me está hablando a mí? porque es humanamente imposible que alguien se enamore en, no sé, ¿5 minutos?. Es lo más falso que una persona puede decir porque NI SIQUIERA SABE TU NOMBRE.

“Eres diferente a las demás“: Gracias a Dios todos lo somos, no es que haya descubierto la pólvora. 

“Siento que ya te conozco, como de otra vida”. Y tú no sabes si preguntarte si no se habrá caído de cabeza antes de ir a hablarte o si reírte en su cara por lo patético del comentario.