Cómo combatir la cara brillosa
Una de las batallas femeninas que de vez en cuando perdemos es, sin duda, el brillo.
Sin embargo, aquí hay unos tips que pueden hacer la diferencia:
Usar bloqueador solar.
El sol no sólo nos daña con la presencia de sus rayos UV en nuestra piel, sino que también este sencillo suceso altara el ciclo de nuestra glándula sebácea en la piel.
Lavarse la cara en la mañana y en la noche.
Cada que dormimos, pasamos mucho tiempo a una alta temperatura que nos hace sudar y, por tanto, llega de vez en cuando a obstruir nuestros poros; asimismo, a lo largo del día nuestra piel entra en contacto con muchas bacterias que deberíamos eliminar cada noche.
Beber agua.
El agua es el mejor elíxir para una salud cutánea impecable. No sólo previene arrugas y agrega suavidad, sino que también evita la obstrucción de los poros.
Evitar maquillajes pesados.
Algunas bases de maquillaje poseen consistencias demasiado intensas para la piel, eso ocurre que se tape el poro y, además de sufrir un poco de acné, el brillo será algo innato en tu rostro.
En caso de hacer actividad física, lavar la cara al término de la misma.
Las bacterias del sudor al permanecer en tu rostro una vez secas pueden hacer que el ciclo sebáceo de la piel se acartone, y de esta manera será una realidad en tu piel.
No consumir frecuentemente alimentos altos en grasas saturadas.
Su nombre mismo lo dice: su función es saturar, y no queremos que esa saturación ocurra en nuestros poros. Prefiere alimentos de contenido vitamínico.
Evitar el café.
La cafeína posee antioxidantes, cierto, pero también tiene químicos que favorecen al fotoenvejecimiento de la piel sin verdaderamente impedirle el paso a nuestro rostro.
No fumar.
Sobra decirlo: es un hábito muy poco saludable. Además de causar, en este caso, el fotoenvejecimiento de la piel. La nicotina es un descontrol completo del ciclo de sebo cutáneo.
Exfoliar la piel una vez a la semana.
Los exfoliantes favorecen al contacto de la piel con el exterior: limpian los poros.
Dormir cuando menos 8 horas diarias.
Dormir es una regeneración completa de nuestro cuerpo. Además, la apnea del sueño o el insomnio son causantes de diversas enfermedades cutáneas.