Esta es la razón por la cual no puedes elegir de quién te enamoras
Un estudio se hizo viral, tras revelar la razón por la cual los humanos nos enamoramos ciegamente.
Aunque parezca un cliché, es verdad que el amor es ciego. Como prueba de ello, un nuevo estudio realizado por expertos de la Universidad autónoma de México determinaron que la elección de pareja era totalmente inconsciente y que uno no puede elegir de quién se enamora.
Nos enamoramos inconsientemente de nuestros padres
El estudio parte de la psicología del ser humano, la cual es intrínseca y elige a una pareja gracias a patrones de figuras semejantes en la infancia, usualmente los padres, es por eso que muchas mujeres que crecen con la carencia de los padres se enamoran de hombres que eventualmente las abandonarán o no están emocionalmente disponibles; al igual que algunos hombres se casan de inmediato con mujeres que les hacen recordar actitudes que solo tenían sus madres.
Aunque parezca algo loco, se ha demostrado que gran porcentaje de parejas duraderas tienden a tener ciertos rasgos que solo poseen los padres de su cónyuge, pues frecuentemente se da en personas casadas o con relaciones muy largas.
La razón es simple, ya que los seres humanos tienen tendencia a quedarse con algo que ya conocen y les es familiar. por lo que tener una pareja con cualidades que no hayan conocido, sin importar lo buena que sea, puede parecer arriesgado y hasta amenazante.
¿Cómo liberarse de ese patrón psicológico?
Para aquellos que no han tenido una buena relación con sus padres o las experiencias sean traumáticas, pueden liberarse de esa tendencia psicológica gracias a la terapia, ya que se ha demostrado que un gran porcentaje de personas de hogares narcisistas han podido liberarse de sus parejas tóxicas gracias a la ayuda de especialistas en la salud mental.
Los terapistas de pareja indican que el elegir a una pareja es un arma de doble filo, ya que sigo samos de un modelo de relación sana en el matrimonio de nuestros padres es muy probable que nuestra relación de pareja también lo sea.
Sin embargo sí presenciamos patrones tóxicos o hasta violentos, podremos repetirlos asumiendo el rol de víctima o agresor y en algunos casos llegar a terribles consecuencias.