Conoce la leyenda oriental del hilo rojo y descubre por qué hay personas que pase lo que pase están destinadas a estar juntas. Aquí te mostramos todos los detalles para que estés informada, al respecto. Luego, no digas que no te hemos dicho.

Hay personas que están destinadas a estar juntas
Conoce la leyenda oriental del hilo rojo y descubre por qué hay personas que pase lo que pase están destinadas a estar juntas. Aquí te mostramos todos los detalles para que estés informada, al respecto. Luego, no digas que no te hemos dicho. | Fuente: Google

Hay personas que pase lo que pase están destinadas a estar juntas. No importa, si es que pelearon, si es que sólo se vieron una vez o si es que cuando se vieron no era el momento. Cuando estas dos personas se reencuentran no podrán dejar de estar junto. No lo decimos nosotros sino la leyenda oriental del hilo rojo.

Esta leyenda cuenta la historia de un emperador quien se enteró que una de las provincias de su reino había una bruja muy poderosa que tenía la capacidad de ver el hilo rojo del destino y este emperador la mandó a llamar.

Conoce la leyenda oriental del hilo rojo y descubre por qué hay personas que pase lo que pase están destinadas a estar juntas. Aquí te mostramos todos los detalles para que estés informada, al respecto. Luego, no digas que no te hemos dicho.
Conoce la leyenda oriental del hilo rojo y descubre por qué hay personas que pase lo que pase están destinadas a estar juntas. Aquí te mostramos todos los detalles para que estés informada, al respecto. Luego, no digas que no te hemos dicho. | Fuente: Google

Apenas llegó la bruja, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo rojo que llevaba atado al dedo meñique y le presentara a esa persona para casarse con ella y la bruja comenzó a seguir el hilo rojo hasta que llegó donde una pobre campesina con un bebé en brazos. «Aquí termina tu hilo», le dijo al emperador y este enfureció, empujó a la campesina de tal manera que la bebé se dio un golpe muy fuerte en la frente y ordenó que le corten la cabeza a la bruja.

Pasaron los años y llegó el momento en que el emperador tenía que casarse y lo hizo con la hija de un general muy poderoso. Cuando llegó el día de su matrimonio y  por primera vez vio la cara de su esposa tenía en su rostro una cicatriz en la frente, como la que le hizo a bebé de la campesina años atrás.

Esta creencia asegura que todos tenemos un hilo rojo que es invisible y que se conecta con otra persona con la que estamos destinados a estar juntos sin importar el tiempo o lugar. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romperse.