¡Ni lo pienses! Terminar una relación en buenos términos es poco realista. Piensa: si los dos hubiesen encontrado la forma de convivir en “buenos” términos, probablemente no habrían terminado en primer lugar.

En otras palabras, las relaciones tienen una tendencia a empezar con amor y terminar con odio. Tal vez sea tu culpa, o de tu ex, pero así es la mayoría de veces

Las relaciones son producto de intensas emociones, y tú lo sabes. Estas emociones no se disuelven con el tiempo. Permanecen vagamente de distintas formas.  El amor y el odio son generalmente dos lados de la misma moneda o, en nuestro caso, de la misma emoción.

En teoría, seguir siendo amigos después de que una relación termina ardientemente, suena genial. Sin embargo, la aplicación en la vida real de este concepto prueba ser casi imposible. Mientras antes aceptes el hecho de que las llamas pasadas pertenecen allí, en el paso, más pronto empezarás a enfocarte en lo que es importante: El futuro.