Una de las claves fundamentales para lograr una relación de noviazgo o matrimonial saludable y exitosa, es aprender a pedir disculpas o pedir perdón, a decir “lo siento”. Pero atención, que ese arrepentimiento al pedir perdón debe ser sincero, sentido, y no una mera justificación o el simple pronunciamiento de la palabra mágica, “perdón” o “lo siento” como una fórmula repetitiva y vacía que permite salir airoso de la situación.

Si la disculpa se hace en un lenguaje sarcástico, agresivo o riéndose, la misma resultará poco creíble y por lo tanto ineficaz en su objetivo final, es más, hasta puede agravar la situación.

Pedir disculpas después de discutir

Pedir disculpas luego de una discusión no es una solución universal, no desaparece el enojo mágicamente, pero la palabra es una de las formas de comunicarse que tiene la humanidad, y las palabras que se dicen cuando se pide una disculpa tiene sentido para quien las dice y para quien las oye, sobre todo si van acompañadas de un verdadero sentimiento de arrepentimiento y respeto hacia el otro.

Saber perdonar también es importante

Cuando una de las partes toma la decisión de disculparse sinceramente, la otra debe ser capaz de perdonar. Para poder perdonar, hay que ponerse en el lugar del otro y entender que así como a uno le cuesta perdonar, al otro también le cuesta pedir perdón y no hay que seguir recriminándole.