7 motivos por los que deberías mudarte a una ciudad donde NO conozcas a nadie
Mudarte a un lugar nuevo (ya sea otra ciudad, otro país u otro continente) es una experiencia como ninguna otra.
Te sentirás libre. Necesitas salir de la ciudad en donde has vivido tanto tiempo para darte cuenta de lo grande que es el mundo, y lo diferente que es la vida ahí afuera. Probablemente alguien te ha dicho: “El mundo está a tus pies”: es una gran verdad. Una vez que abres tu mente a la posibilidad de mudarte y viajar, puedes ir a donde quieras. Te mueves como el viento. Da la bienvenida al cambio con los brazos abiertos, y vive en cualquier país, ciudad, pueblo o barrio que se adapte a tu ritmo y deseos.
Podrás reinventarte. Lo bueno de empezar de nuevo es que tienes la oportunidad de dejar atrás tu lado irritable y presentarte al mundo como un nuevo tú. También puedes librarte de los malos hábitos, y decir adiós a los amigos y amores que ya no te benefician. Explora las partes ocultas de ti misma; descubre cómo la persona que siempre quisiste se responde a cada situación de la vida, y conviértete en esa persona.
Tendrás que confiar en ti misma. Cuando decides irte a vivir por tu propia cuenta, sólo te queda resolver las cosas por ti misma, como encontrar un apartamento, conseguir un trabajo y saber como te moverás. Ahora eres independiente, y estás obligada a hacer que las cosas funcionen.
Una vez que das el paso y enfrentas tus miedos, te darás cuenta de que todo es posible con un poco de trabajo duro. Después de conquistar una nueva ciudad, sentirás la sensación de poder hacer frente a cualquier cosa en la vida: ya no tendrás miedo de intentarlo.
Saldrás de tu zona de confort. Claro que estar en ese espacio donde todo te resulta sencillo es cómodo, pero al cambiarte de ciudad las cosas serán diferentes.Vas a tener que volver a aprender cómo se hacen algunas, como a dónde te lleva el transporte público, y encontrar un lugar para tomar un buen café. Pero, a pesar de que las cosas pueden ser abrumadoras al principio, te acostumbrarás. De repente, lo que antes era aterrador y extraño, ahora es fácil y libre de estrés.
Aprenderás a disfrutar de tu propia compañía. Si eres una persona que generalmente suele estar rodeada de amigos y familiares, es posible que te sorprendas el descubrir que pasar tiempo a solas es, en realidad, bastante agradable.
“Sola” no significa “solitaria”, te tienes a ti misma para hacer lo que quieras, a tu propio tiempo y presupuesto. Pasar tiempo a solas puede ser un importante período de introspección que te va a permitir volver a conectar con tus pensamientos, sueños y deseos.
Te darás cuenta de tu capacidad para enfrentar tus miedos. Moverte a una nueva ciudad desafía tus temores, y hará que esa voz dentro de tu cabeza te diga: “¿Qué pasa si me pierdo? ¿Qué pasa si me meto en problemas? ¿Qué pasa si no hago amigos?”. Tener miedo a lo desconocido es completamente normal, pero no por eso debes permitir que el miedo controle tu vida.
Si dejas que el miedo al cambio te haga rendirte, nunca conocerás qué hay del otro lado, ni descubrirás qué atrevida y valiente puedes ser. Debes alimentar tu espíritu aventurero para sobrevivir.
Vas a crecer como persona. Tal vez una de las mejores cosas de cambiarte a otra ciudad es descubrirte a ti misma. Cuanto más viajas y vives fuera, más cambiarán tus prioridades y no podrás de dejar de aprender durante el camino.
La oportunidad de ir por una ruta desconocida y tomar la responsabilidad de tu propia vida es una experiencia increíblemente poderosa. Llevar tu destino en tus manos te permite redescubrir tus sueños, tus deseos, y dar forma a lo que harás en el futuro.