Dormir maquillada: Estás tapando tus poros al dormir con maquillaje. De hecho, un sólo día puede afectar tanto que podrías amanecer con un par de granitos.

No lavar tus almohadas: ¿Sabías que las fundas de nuestras almohadas acumulan muchísimas bacterias con el paso del tiempo? La clave está en lavar y cambiar tus fundas una vez a la semana.

No humectarse lo suficiente o humectarse demasiado

No lavar tus brochas: La mayoría de las chicas nunca lavan sus brochas, pero no se dan cuenta de que esto está afectando su piel.