Puedes ganar flexibilidad y elasticidad, mejorar la calidad del movimiento y corregir la postura

Es un acto reflejo. Cada mañana, casi sin darte cuenta, cuando te despiertas te estiras. Es un paso necesario para que tu cuerpo se ponga en marcha.  Y es que pocos gestos realiza el ser humano de forma tan natural como desperezarse al despertar, una reacción básica e instintiva al anquilosamiento que los músculos sufren durante las horas de sueño. Pues éste es, precisamente, el principio de las clases de stretching, una disciplina cada vez más demandada en los gimnasios, debido a la necesidad de corregir los hábitos posturales del día a día. 

Fuente: Hola.com